Una intervención de mantenimiento desacelera la recuperación de peso en pacientes con obesidad
- Diana Phillips
- 6 mar 2017
- 4 Min. de lectura
Una intervención en la conducta basada principalmente en el contacto telefónico para mantener la reducción de peso desaceleró la tasa de recuperación de peso en individuos con obesidad que tuvieron una reducción de peso clínicamente significativa, en un programa estructurado, según demostró un estudio aleatorizado controlado.[1]
Los investigadores del Centro Médico Veterans Affairs (VA) de Durham, y el Centro Médico de la Universidad Duke, Durham, en Estados Unidos, compararon la eficacia de la intervención post-reducción de peso con el tratamiento habitual en pacientes que habían bajado al menos 4 kilogramos durante el programa de cuatro meses. A las 56 semanas, la media estimada de recuperación de peso en el grupo con la intervención fue menor de manera estadísticamente significativa, que la del grupo de control, informan la autora principal la Dra. Corrine I. Voils, PhD, de la Universidad de Wisconsin, Madison, y sus colaboradores, en un artículo publicado el 21 de febrero en la versión electrónica de Annals of Internal Medicine.
A diferencia de los programas de mantenimiento de recursos intensivos basados en la conducta, la intervención actual fue diseñada "para ayudar a los participantes a adoptar habilidades específicas para el mantenimiento, aplicándose de una manera conservadora de recursos", señalan los autores.
Asimismo, añadieron: "Los participantes mantuvieron su peso aun cuando la intervención disminuyó en frecuencia, se modificó desde la aplicación en persona hasta la vía telefónica, y no implicó contacto para la intervención en las 14 semanas finales".
Los investigadores asignaron de manera aleatoria, para que recibieran la intervención de mantenimiento o el tratamiento habitual, a 222 pacientes externos con obesidad (índice de masa corporal: ≥ 30 kg/m2), que bajaron 4 kg o más de peso corporal durante un programa de reducción basado en un grupo de 16 semanas. Se reclutó a los pacientes de estas clínicas de atención primaria en el Centro Médico VA en Durham y Raleigh, Estados Unidos.
La intervención tuvo lugar durante un periodo de 42 semanas, después del cual transcurrieron 14 semanas sin ningún contacto. Se basó en un modelo conceptual desarrollado previamente por la Dra. Voils y sus colaboradores, que distingue entre el inicio de la conducta y el mantenimiento. El programa de mantenimiento comprendió tres sesiones de grupo y ocho llamadas telefónicas individuales. Las sesiones de grupo se enfocaron en ingesta calórica de mantenimiento, autovigilancia del peso corporal, actividad física, apoyo social y prevención de recaídas, y las llamadas se enfocaron en la satisfacción con los resultados, la planificación para la prevención de recaídas, la autovigilancia y el apoyo social, puntualizan los autores.
Las personas asignadas de manera aleatoria al tratamiento habitual no recibieron otra intervención después del programa para bajar de peso, lo cuales "la experiencia del paciente típico", expresan los investigadores.
La población del estudio consistió en gran parte en hombres de edad madura que habían intentado bajar de peso con anterioridad."La falta de diferencias estadísticamente significativas en nuestras variables secundarias en la semana 56 puede ser el resultado de un error de medición debido a la limitación de la certeza y la validez de las medidas de autonotificación de ingesta diaria y actividad física. "Además, los planes de conducta de los participantes para mantener la reducción de peso variaron por cuanto se enfocaron en mantener un patrón alimentario constante o incorporar actividad física, lo cual tal vez enmascaró las diferencias de tratamiento en las dos conductas", expresan los autores.La intervención fue concebida para tener bajo costo, "de manera que se pudieran destinar más recursos a la reducción de peso inicial en relación con el mantenimiento", y considerando la implementación, según los autores. "Su guión está diseñado de manera que puede programarse en un software individualizado para, de esta forma, almacenar las respuestas de los participantes para referencia futura". El programa también permite a los participantes que recuperan peso más allá de determinado marcador, volver a enfocarse en los procesos de inicio de reducción de peso.En investigaciones futuras se deben analizar los efectos a más largo plazo, y también se deberá determinar el grado en el cual es necesario el contacto para la intervención continuada, a fin de ayudar a los pacientes a mantener el peso reducido. Asimismo, están justificados los estudios concebidos para evaluar la eficacia de otras estrategias de mantenimiento de la conducta, así como los que analizan formas en las cuales tales intervenciones pueden integrarse en la práctica clínica, "como identificar un proceso de remisión adecuado, abordar los obstáculos para el inicio y la retención en un programa de control de peso integral, e identificar los procesos óptimos de capacitación del personal y vigilancia de fidelidad."Incorporar una intervención de mantenimiento de peso en los programas de reducción de peso clínicos o comerciales aumentará el efecto de estos programas, haciéndolos más eficaces", concluyen los autores.

Este estudio fue financiado por una beca para Investigación y Desarrollo del US Department of Veterans Affairs Health Services. Un coautor informa recibir apoyo no económico de Amgen. Un coautor informa honorarios personales de la Universidad de Pensilvania/Weight Wachers International. La Dra. Voils y los coautores restantes han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
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